La Romana.- Siempre me he preguntado por esa máxima popular, así como por su fuente, que expresa que “en la política dos más dos no es igual a cuatro”.
Traemos esto a colación porque al parecer muchos de nuestros líderes enrolados en el quehacer político suelen muy a menudo pasar por alto este principio al momento de llevar a cabo una alianza electoral.
No escapa a nuestra memoria, el episodio que se presentó en el año 2006, en ocasión de efectuarse las elecciones congresuales y municipales del 16 de mayo, donde para ese entonces el partido Revolucionario Dominicano controlaba con una mayoría mecánica el Congreso Nacional.
Para ese momento el PRD celebró su convención y sus candidatos que irían en la boleta congresual y municipal habían sido seleccionado por las bases de ese partido;
Cabe resaltar, que muchos de esos candidatos hipotecaron sus casas, adquirieron prestamos, asumieron todo tipo de compromiso político-financiero para ir a una convención.
Esfuerzo que fue echado por la borda, ya que la dirección de ese partido decidió enfrascarse en una alianza electoral con un partido que desde hace muchos años se encontraba en un estado de coma profundo.
Ese partido, el Reformista Social Cristiano que en este país lleva el mote de partido bisagra, firmó un pacto con el Partido Revolucionario Dominicano que lo llamaron “La Gran Alianza Nacional” pero que mas tarde el pueblo dominicano la bautizó como la Alianza Rosada.
El desenlace todo lo conocemos el Partido revolucionario dominicano quien fue el gran perdedor en ese proceso, pasó hacer una minoría en ambas cámaras legislativa y en los ayuntamientos. Sus estructuras quedaron descontentas, muchos de sus líderes locales se fueron para otro partido que le aseguraran sus espacios.
Ese es el espejo en el cual debe mirarse el Partido de la Liberación Dominicana en este momento, porque solo con el anuncio de la supuesta alianza con el PRSC, ya comienzan a sentirse los malestares. Y si el Comité Político se empecina con ese pacto, los comités provinciales tienen que hacer lo que está haciendo el comité de Santiago, que ha manifestado su rechazo en esa provincia, por entender que un partido en primer lugar no puede ceder puestos principales a un partido que esta a la zaga de un lejano tercer lugar.
Constituiría un verdadero espectáculo deprimente, ver a la Dra. Amarilis Santana que el 16 de mayo de 2006 obtuvo un 58.83 %, colocada detrás el Dr. Frank Martínez quien en el mismo escenario alcanzó un 5.31%. Esa ilogicidad política obligaría a que un alto porcentaje de la senadora se quede sentado.
Pero, el balón está ahora en la cancha del Comité Provincial de La Romana y ellos saben que las bases están esperando que se comporten a la altura de las grandes expectativas que se tiene de ellos.
Nicolás Soriano
nicolassoriano@hotmail.com