jueves, 15 de octubre de 2009

LOS TRAPITOS AL SOL, A VECES SON NECESARIOS






El que no quiere que lo desnuden de cuerpo y alma, de arriba a abajo y en todo el sentido de la palabra, que no aspire a un cargo político electivo.

Aunque por el contrario, si usted está conciente de que su vida ha transcurrido como un papel de música y sin tachaduras; si usted sabe que ha caminado por los senderos de la verdad, por la decencia y las buenas costumbres, que no hay nada que le pueda poner óbice a sus aspiraciones a un cargo público, entonces usted esta bien parado y es muy posible que sea aceptado por la comunidad en la que acciona.

Es seguro que conseguirá el reconocimiento del electorado, pero, fíjese bien, nunca le mienta al pueblo, porque eso tarde o temprano se revertirá en su contra y ahí es cuando viene la debacle de su existencia. Todos sabemos que en nuestro país, la política se maneja de manera no muy santa y eso debe usted saberlo a la hora de aceptar una candidatura, para que luego no le den un susto si empiezan a sacarle todos sus trapos sucios, si es que los tiene. Por mi parte, creo que esos trapos sucios juegan un papel importante, porque no es ni una ni dos veces que personas desaprensivas han querido colarse en las funciones públicas, sin tener los meritos ni la calidad moral para tal o cual puesto y han querido engañar a su pueblo vendiéndose como ángeles bajados del cielo y haciendo creer que poseen atributos morales que en realidad no tienen, pero que lo que sí tienen es una tremenda habilidad para tupir al pueblo llano haciéndole ver una guayaba donde en realidad lo que hay es un mango. En ese momento, es que pienso que es beneficioso para el pueblo que esos trapos sucios a los que me he referido, sean sacados al aire para desenmascarar al pseudo impoluto candidato. El partido opositor de ese candidato, es el encargado de sacar esos trapos sucios, haciéndole ver al pueblo que esta siendo engañado con mentiras, con promesas que solo son viables en la mente de un vendedor de ilusiones, ahí es cuando la población hasta agradece que le hayan abierto los ojos y no le importa el medio como se hizo. El aspirante falso, agredido en su "moral", se defiende denigrando al contrario, se descompone y empieza a recitar la misma frase cliché de los políticos cuando se sienten acorralado: "Eso son disparates de ellos para hacerme daño".

Pero si los trapos sucios son avalados con pruebas contundentes, ahí mismo le pasó el evento a ese engañador, en cambio, si esos trapos no son sucios y se verifica que son calumnias solo para ganar votos, entonces ese partido le esta haciendo un daño al pueblo porque estará haciendo del agredido, un mártir. Por tanto, deben de tener cuidado y saber manejarse, hablando la verdad al pueblo. Quiero aclarar, que no me estoy refiriendo a nadie en particular, y si alguien se siente aludido, es señal de que debe ponderar bien en el lío en que se va a meter, porque de que le sacarán los trapos, se los sacarán...
Por
Esteban Martínez.-

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